sábado, 30 de septiembre de 2017

Educar desde el corazón.


“Es imposible, dijo el orgullo.
Es arriesgado , dejo la experiencia.
No tiene sentido, dijo la razón.
INTÉNTALO…..dijo el corazón”  ( Anónimo)




Ya lo dice Antoine de Saint-Exupery en su libro El Principito : “sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos”. Preciosa enseñanza nos deja para la vida que nos recuerda la importancia de las pequeñas cosas, esas que pasan desapercibidas. Y de pequeñas cosas sabemos bien los que estamos entre pequeños, intentándolo como dijo el corazón, a pesar de que en muchas ocasiones nuestra labor de educadores nos lleve a pensar que esto no tiene ningún sentido , pero asumimos el riesgo de seguir adelante porque creemos que transformar la escuela es transformar la mente y los corazones. En una misión de amor, en un encuentro de corazones donde cada día en nuestros colegios diocesanos atendemos a nuestros alumnos y a nuestras familias con una educación de calidad , a todos por igual, donde cada uno pueda tener su oportunidad. Intentando dar a los alumnos vida y no un currículo rígido, generando espacios de cercanía, de acogida, donde podamos llegar a todos y puedan sentirse felices, seguros. Este curso que comienza, cargado de esperanza para el futuro con el sueño de una Unidad de Pastoral Educativa, Fundación Santolaya, nos deja un lema : ABRE PUERTAS…DESCUBRE CAMINOS y con él, el reto de seguir educando desde el corazón.



lunes, 8 de agosto de 2016

El explorador salesiano



“Al atardecer de la vida me examinaran del amor “

                                               (Cesáreo Gabaraín)
 
            El último examen de tu vida, Juan López Sevillano y lo has aprobado “Cum Laude”, doctor en almas y corazones, doctor en entregar tu vida a los demás, en hacernos la vida agradable, en alegrar a todo aquel que estaba a tu lado. Incansable explorador salesiano, siempre con los pies en marcha, siempre con la mochila preparada, con los ojos en el horizonte y esa mirada de quien todo lo tiene y nada posee. 
         Puedes irte orgulloso de lo que ha sido tu vida, Juan, has dejado un camino lleno de corazones. Todos los que estábamos allí el sábado 6 de Agosto del 2016 para despedirte fuimos testigos de tu grandeza. A pesar de estar la iglesia abarrotada se hizo el silencio para recibirte, un silencio denso, un silencio que quiere escucharte, un silencio que intenta decirte todo el cariño que queremos devolverte. Te recibimos con la tristeza de saber que no vamos a poder gozar de tu presencia y con la alegría de haber disfrutado de ti.
            Este curso va a ser difícil sin ti. La comunidad salesiana tendrá un gran reto por delante, caminar sin tu presencia, aunque estoy segura que, aunque el camino no sea fácil, tu brújula nos ha dejado a todos el Norte bien marcado. Sólo quien te ha conocido y ha podido disfrutar de tu persona puede saber las coordenadas para seguir por ese camino que hace 40 años has iniciado en Avilés y ha dejado una estela que brilla igual que una estrella, marcando el rumbo.
             Me siento privilegiada y afortunada de haberte conocido. Juan te echaremos mucho de menos, pero nos has dejado un dulce recuerdo y un gran  reto para el último examen.

domingo, 10 de mayo de 2015

Id y enseñad: 50 años educando

" Todo empezó en Galilea....." ( Hch 10,37)

        Y así podría recogerse la historia de una comunidad educativa que lleva 50m años enseñando en Avilés.
        El día 26 de Abril tuve el privilegio de ser invitada a un acto conmemorativo por el 50 Aniversario del Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo de Avilés. Doy las gracias a las madres agustinas por ello y a toda su comunidad educativa.
       Todos los que hemos sido llamados a la vocación de "maestro" sabemos lo que es levantarse cada día desde el "id y enseñad". Precioso lema y dura misión, sobre todo en estos tiempos donde un maestro es lo más parecido a un gladiador que ha de luchar y sobrevivir día a día en la arena del circo.
       Las madres agustinas y toda la comunidad educativa nos han hecho sentir en la celebración del 50 aniversario el cuidado de su bien hacer en nuestras tierras avilesinas. Antiguos alumnos, profesores, amigos y todos los que estábamos allí, sentimos el calado de su obra. La acogida, la cercanía, el cariño, la entrega, la preferencia por los más pobres, necesitados y sencillos.....notas de una melodía que sonaba entre el ambiente. A la vez que se agolpaban los recuerdos las fotografías iban haciendo historia de muchos momentos vividos de fuerte emoción.
       Hoy me llena de alegría y satisfacción el haber podido compartir retazos de esa historia con esa comunidad que vive con fe, sencillez y gozo ese "id y enseñad". Que hace que cada día el maestro se sienta orgulloso de su misión en el mundo .
      Gracias a toda la comunidad agustina y a toda la comunidad educativa por vuestra labor .

lunes, 6 de enero de 2014

Cometas de gran altura



Te pasa la vida tratando de hacerlas volar. Corres con ellas hasta quedar sin aliento. Caen al suelo. Chocan con los tejados. Tú las remiendas, las consuelas, las ajustas y les enseñas. Observas como el viento las mece y les aseguras que un día podrán volar. Finalmente vuelan."
                                            (Aplícate el cuento. Jaume Soler y Mercé Conangla.) 




Suele pasarme que a menudo leo algún libro que me hace recordar alguna experiencia vivida en el aula y  me  da pie a alguna reflexión.
     Este es el caso de este artículo que escribió Erma Bombeck comparando a los niños con las cometas. Y que recogen Jaume Soler y Mercé Conangla en su libro "Aplícate el cuento”. Un libro lleno de relatos, cuentos y anécdotas con una buena dosis emocional que invita al lector a ir  más allá de la pura y simple lectura.
      Cuando leí este relato no pude dejar de pensar en lo acertada que estaba la comparación. Y me llevó a recordar una anécdota que he tenido con mis "Pequeños Duendes" no hace mucho.
      Era uno de esos días en que haciendo uso de las nuevas tecnologías en el aula, ponía a mis alumnos un cuento en la pizarra digital. El cuento estaba puesto con una determinada intención: a través de "Ricitos de Oro y los tres ositos" trabajaríamos los tamaños, grande, pequeño y mediano.
      Y allí estaba yo, a la vez que el cuento se desarrollaba en la pantalla, yo iba haciendo hincapié en las aclaraciones que me parecían oportunas. De repente oigo una voz que me llamaba:
   - Madizaaa,....  era Candela que con sólo tres añitos y esa lengua de trapo que aún no sabe pronunciar correctamente las letras, ponía su dedo índice en la boca y me decía:zzzzhhhhh tú calla.
    Como podéis imaginar me callé. No había nada que decir. Todo lo interesante e importante para mis alumnos lo estaba diciendo el cuento. Me di cuenta de que ya no necesitaban de mis explicaciones. Y pensé:"caramba cada vez se sueltan antes”. Cómo deciros que me sentí poco menos que desplazada, la verdad es que me reí para mis adentros. No sé si fue la autoridad con que me lo dijo o la mirada que el resto de la clase tenía que me hizo callar y pensar que realmente igual estaba hablando de más. Una imagen vale más que mil palabras. Pero he de reconocer que ese desparpajo y esa libertad para decir lo que piensan y sienten a esa edad, nunca me había sucedido en todos mis años de docencia  que son unos cuantos. Nunca sabe uno dónde está la medida justa para soltar o recoger el hilo, pero hoy ellos te lo dicen.
   Así que lo que procede es ir soltando ese hilo, como el de la cometa y que vuelen cada vez más alto, hasta que puedan hacerlo libres y solos. Eso sí,  espero que "mis Pequeños Duendes" lleguen a ser cometas de gran altura.


     

sábado, 29 de diciembre de 2012

Semillas para el Nuevo Año





"Cuando todas las esperanzas estaban enterradas,
todas las fuentes secas, todas las preguntas calladas
todos los fuegos apagados, entonces,
en medio de la noche,
la débil fuerza de una semilla 
rompió la costra de la Tierra"

       (Gloria Fuertes)

Nada más indicado que estos versos de Gloria Fuertes para invitar al "misterio " de la Navidad.
"Cuando todas las esperanzas estaban enterradas...." Cuando nos falta la ilusión, cuando nos abate el cansancio y el hastío, cuando  creemos que es el fin, cuando nos parece que no hay salida.
".....la débil fuerza de una semilla rompió la costra de la tierra". Surge entonces algo que nos invita a levantarnos, a confiar de nuevo , a superarnos  y de nuevo a tener esperanza... 
Es curioso como casi  siempre las cosas sencillas, humildes y pequeñas tienen sobre si la responsabilidad de algo mucho más grande.
El nacimiento de un niño ha de ser motivo de alegría y gozo, motivo de esperanza. Coge el testigo, sigue el camino y nos perpetúa en la historia y en el mundo. Una frágil semilla en la que ponemos nuestra ilusión de que todo vuelva a renacer. Una pequeña semilla que confiamos llegue a ser algo grande.
Eso es lo que está en la mente de los que nos pasamos la vida entre "pequeñas semillas humanas”, ponemos toda la ilusión en pensar que "ellos heredarán la tierra" y ponemos nuestra esperanza en pensar que mejorarán aquello que nosotros no hemos podido mejorar.
Ahora empezamos un Nuevo Año , dentro de nuestros corazones está instalándose la ilusión nuevamente y deseamos con todas las fuerzas que éste sea mejor  que el anterior. Y hemos de responsabilizarnos todos de que así lo sea, para que esas semillas que están rompiendo la costra de la tierra, puedan crecer con fuerza, salud y seguridad. Pero sobre todo con mucho cariño y protección. Que ningún niño vuelva a nacer en un "pesebre", que ningún niño muera de hambre, sea maltratado, esclavizado...Esa tarea nos corresponde a todos, porque ellos son nuestra mejor obra y esperanza para el  futuro.
Feliz Año Nuevo.


domingo, 29 de abril de 2012

La canción de los niños




"Que canten los niños que viven en paz 
y aquellos que sufren dolor; 
que canten por esos que no cantarán 
porque han apagado su voz..."
                  
(José Luis Perales)

Cuando se vive entre niños es difícil no sintonizar con ellos. Vivir su ternura, su fragilidad y su vulnerabilidad. Creo que es algo que nos ha pasado y nos pasa a todos. Por eso cuando alguien les hace daño siempre pensamos " Dios mío, pero si es un niño".....Entendiendo así que son algo muy frágil.

Sin embargo, cuando los adultos tomamos decisiones pocas veces pensamos en ellos. 
Ellos sufren nuestras sentencias sin poder nada más que seguirnos arrastrados por la marea. Y ellos son los que pagan las consecuencias de nuestros actos. Con el hambre y con la guerra.

"Que canten los niños que viven en paz" dice la canción de José Luis Perales., que canten muy alto para recordar que otros no viven ni vivirán nunca en paz. Porque el egoísmo, la soberbia y el orgullo de los adultos que sólo miramos nuestros propios intereses, sobre todo los económicos, no nos deja pensar nada más que en un mundo para nosotros mismos, procurando nuestro bienestar a cualquier precio, incluyendo lo que vale la vida de un niño.

Por cierto ¿cuánto vale la vida de un niño?

A veces, cuando miro a "mis pequeños duendes" o preparo con ellos jornadas como el Día de la Paz, o hablamos de otros países y otras razas, me cuesta mirarles a los ojos con limpieza, pensando que viven en un mundo donde otros muchos niños iguales que ellos no han tenido la posibilidad de vivir en paz o se mueren de hambre.

¡Ojala nuestros pequeños respiren las ansias de justicia y paz para todos! Que no luchen por un mundo en paz y que no la compren a cualquier precio. Que la regalen a manos llenas, que la siembren para que haya pan para todos.

Es nuestra tarea que los niños tengan "buenos modelos", es nuestro legado, están en nuestras manos. Seamos pues responsables, demos les un presente sin hambre y un futuro mejor.

domingo, 22 de abril de 2012

La palabra más importante.



"Todo lo que hay que saber sobre cómo vivir y que hacer y cómo debo ser lo aprendí en el jardín de la infancia".

( Robert Fulghum)

Este es el título del libro de Robert Fulghum, donde expone la filosofía de ver el mundo a través de los ojos de un niño.

Y en él nos dice que " la sabiduría no estaba en la cima de la montaña de los títulos académicos, sino en el montón de arena del patio. " Y relata un listado de cosas que aprendió en el jardín de infancia:

§ Compartirlo todo.

§ Jugar sin hacer trampas.

§ No pegar a la gente.

§ Poner las cosas en su sitio.

§ Arreglar mis propios líos.

§ No coger las cosas de otros.

§ Decir “lo siento” cuando hiero a alguien.

§ Lavarme las manos antes de comer.

§ Tirar de la cadena.

§ Las galletas y la leche son buenas.

§ Vivir una vida equilibrada: aprender algo, pensar algo, dibujar, pintar, bailar, jugar y trabajar algo todos los días.

§ Echarme la siesta cada tarde.

§ Cuando salgo al mundo, tener cuidado del tráfico, agarrarnos de la mano y permanecer juntos.

§ Estar atento a las maravillas.

§ Recordar la pequeña semilla en el vaso: las raíces van para abajo y las plantas crecen hacia arriba y realmente nadie sabe cómo ni por qué, pero nosotros somos igual que eso.

§ Los peces de colores, los hámster, la tortuga e incluso la primera semilla del vaso se mueren, así que también lo haremos nosotros.

§ Y recuerda los cuentos y la primera palabra que aprendiste, la palabra más importante del mundo: MIRA.

Dice también "todo lo que necesitas saber está ahí en alguna parte. Piensa que una sociedad mejor puede ser si todos nosotros, el mundo entero, tiene leche y galletas a las tres todas las tardes y luego se echan la siesta con nosotros en las colchonetas. Y si todos los gobiernos tienen siempre como política básica colocar las cosas en su sitio y arreglar sus propios líos."

Conocí este libro (aunque aún no me lo he leído) a través de Miguel Ángel Santos Guerra, Catedrático de Didáctica de la Universidad de Málaga que escribió "Carta abierta a una maestra de infantil". Un elogio tierno y entrañable a todas las maestras de Infantil. Os recomiendo su lectura.

Y me dio mucho para pensar sobre lo que se "cuece" en el aula y en el patio.Sobre lo que se aprende y sobre lo que aún no está escrito. Y en estos días que celebramos el " Día del libro" todos los coles estamos "libro para arriba libro para abajo", intentando transmitir a nuestros alumnos la importancia de leer, el mundo que se abre ante sus ojos cada vez que abren un libro. Y cada día es una batalla en el aula a la hora de leer. Sobre todo en infantil.

Y… hoy llega una letra nueva: _ dice la profe

-" qué bien"…

y en tres días se nos hace una tortura,

- ¿con qué se escribe cebolla con ce o con zeta? pregunta un alumno,

- Se escribe con b….cebolla ..bo…- contesta otro.

Y te da la risa, y los dos tienen razón y cada uno con su propio lío se va arreglando y va descubriendo el maravilloso mundo de la lectura .

A "mis pequeños duendes" lo que más les gusta son los cuentos, se quedan fascinados cuando los escuchan. Y yo disfruto MIRANDO esos ojillos que se ponen redondos y brillantes cada vez que escuchan una narración. Y me anima y emociona pensar que alguno de ellos el día de mañana pueda llegar a escribir lo que del rectángulo de la arena del patio ha aprendido. Pero sobretodo que cuando salgan al mundo se agarren de las manos y permanezcan juntos. Porque si no de nada nos ha de servir tanta cultura.